En términos generales entendemos por metacognición nuestra capacidad de autorregular el aprendizaje, para lo cual es indispensable la toma de conciencia de los procesos cognitivos desarrollados según la edad del aprendiz y la regulación de los propios procesos de aprendizaje. Esta capacidad pudiera parecer difícil de alcanzar por alumnas y alumnos de nivel primario. Sin embargo, desde la etapa piagetiana de las operaciones concretas (7 a 11 años), los pequeños están en posibilidades de desarrollar procesos de razonamiento lógico y de clasificación de los conceptos de espacio y tiempo reales. Con el desarrollo de estas habilidades están ya capacitados para involucrarse en el estudio de la historia, aún en el sentido que hemos expuesto anteriormente y no simplemente como la memorización de datos no significativos para ellos.
La metacognición en el aprendizaje de la Historia juega un papel de importancia fundamental en el proceso enseñanza – aprendizaje. La autorregulación de los procesos de aprendizaje de la Historia por los alumnos de nivel primario será factible mediante la interacción escolar en la medida en que el trabajo áulico sea reflexivo y conciente y se realice en un ambiente de armonía que permita la libre y ordenada expresión de las ideas, las imágenes mentales, las reflexiones de tipo causa – efecto, etc. Por su parte, la toma de conciencia de los procesos cognitivos, generalmente alcanzado de manera posterior a la autorregulación del aprendizaje, será un proceso más complicado que, no obstante, podrá alcanzarse gracias al ejercicio constante de la investigación historiográfica adecuado al nivel de desarrollo de cada alumno.
El acercamiento a diversas fuentes de investigación para la re-creación de los acontecimientos históricos pasados como una actividad realizada cotidianamente en el aula representará para los pequeños historiadores un sustento suficiente para el logro de la metacognición en esta área del conocimiento. Al paso del tiempo y con el desarrollo de las habilidades correspondientes, los alumnos se formarán un concepto de la Historia distinto al que se ha manejado tradicionalmente en el que las representaciones históricas no se obtienen de un texto oficial como asimilación de conceptos, razones, imágenes, etc., sino como la elaboración historiográfica de las mismas. Esta será, consecuentemente, la finalidad de la asignatura de Historia en mi práctica docente regular, a partir de las reflexiones realizadas durante el presente curso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario